¿Por qué sigue siendo un tabú el deseo femenino? vivimos siendo sexualizadas, pero no podemos expresar abiertamente nuestro deseo sin ser vistas como vulgares, fáciles, putas, brujas, locas. Pero el deseo femenino está ahí, latiendo tan fuerte y tan constante como nuestros corazones, es deleite y es vida.  ¨Amarás a la diosa¨ retrata un momento de gozo y de poder, la mujer que logra disfrutar del sexo, sin pena por gozar ni culpa por no cubrir el canon de perfección de las revistas de modas y el retorcimiento de las películas pornográficas es una mujer libre. Pero mantener esa libertad no es fácil, todos los días se desaprende, se desobedece, se honra el cuerpo y se conecta con el instinto. Que el deseo permanezca latente en nuestros cuerpos y nos lleve a explorar la vida, que el placer lo alimente cada día.
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